La pugna entre las dos mayores economías del mundo, que abarca desde las tierras raras hasta la soya y las tasas portuarias, ha sacudido por meses los mercados y entorpecido las cadenas de suministro.
El principal negociador comercial de China, Lim Chenggang, expresó que ambas partes habían alcanzado un “consenso preliminar” y que a continuación pasarían por sus respectivos procesos internos de aprobación.
Algunas empresas han rebajado sus anteriores previsiones más pesimistas después de que Trump alcanzara acuerdos comerciales con la Unión Europea (UE) y Japón con tarifas más bajas.
Una de las fábricas chinas en la localidad de Yiwu que manufacturan mercancía deportiva debería estar repleta de pedidos ante la cercanía del Mundial de 2026, pero debido a la disputa entre el gigante asiático y EU, los clientes de todo el orbe dudan en realizar un apartado de productos.
Washington y Pekín prorrogaron este mes una tregua de 90 días, evitando así la imposición de aranceles de tres dígitos sobre los productos de la otra parte.
La incertidumbre sobre la política comercial sigue dominando el pensamiento de los consumidores sobre la economía, explicó Joanne Hsu, directora de encuestas de consumidores en el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan.
El representante estadounidense y secretario del Tesoro, Scott Bessent, ha explicado a los medios que proporcionará este próximo lunes un recuento detallado de las negociaciones, caracterizadas por su "elevado nivel de productividad".
La industria de juguetes de Estados Unidos tiene mucho en juego en una posible desescalada del enfrentamiento arancelario entre la administración Trump y el gobierno de China.
El republicano ha comunicado que autorizó al secretario de Comercio, Howard Lutnick, y a la oficina del representante comercial de Estados Unidos, a que comiencen de forma "inmediata" el proceso para aplicar dicho gravamen.
"Va a venir en forma del mayor recorte de impuestos en la historia de Estados Unidos", dijo Stephen Miller, subjefe de gabinete de política de Casa Blanca.
General Motors, junto con Kraft Heinz, Electrolux y otros grandes nombres, se unió este martes a la lista de empresas que han retirado sus previsiones para 2025.
Creadores de contenido chinos afirman que las autoridades de Pekín levantaron las cláusulas de confidencialidad que se aplicaban a proveedores locales, en represalia los aranceles impuestos por Trump.
“Algunas decisiones políticas y decisiones económicas tomadas han socavado bastante la ya débil confianza de los consumidores”, dijo el presidente ejecutivo de Nestlé, Laurent Freixe.
La compañía está buscando revender fuera del país asiático decenas de aeronaves bloqueadas por los aranceles, después de repatriar un tercer avión a EU.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, admitió que los elevados aranceles a China no son sostenibles. Señaló que tendrán que bajar antes de que las conversaciones comerciales puedan proceder.
"El presidente y la administración están preparando el escenario para un acuerdo (...), la pelota se está moviendo en la dirección correcta", dijo Karoline Leavitt.